Sinopsis
Voy de camino hacia la Casa Solariega de nuestro ABBA bajo la misma sombra que mi hermano, el P. Marcelino Iraquí: guiados por mano de Teresa de Jesus y Juan de la Cruz. Ellos nos enseñaron que Dios, con ese corazón todo ternura —Corazón de madre-, es quien prepara la tierra reseca de nuestro huertecillo para que crezcan felices todas las flores, quien prepara de antemano el aposento para que cuando llegue El, nuestro palacio interior relumbre florido y pleno de hermosuras. El Señor salid al encuentro del P. Marcelino, y le cambio aquel corazón inteligente, de teólogo, de profesor consumado... ¡por un corazón de niño! Y en ese preciso instante, en el cielo de este hermano nuestro se encendieron de golpe todas las estrellas... Y esa Luz regalada es lo que él, sencillamente, ha compartido con nosotros en cada uno de los libros que nos ha ofrecido. Ahora pone en nuestras manos su última obra: «Ven, Madre oculta». Pidamos la gracia de tener también nosotros un corazón de niño que, al asomarse a estas páginas, descubra el guiño de esa Madre escondida en los recodos de nuestro ser más profundo, invitándonos a la confianza, a dejarnos moldear, a dejarnos hacer, a dejar —en definitiva— que Dios en nuestra vida. AMEN.
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