Sinopsis
En La tercera noche de Walpurgis, escrita en 1933 (meses después de la  llegada al poder de Hitler), Kraus acusa a todos aquellos que,        mediante el uso perverso de la palabra, favorecieron la implacable     instalación del nazismo en los espíritus alentando y legitimando los   horrores del Tercer Reich.
                                       
                                                                 El aterrador pronóstico que del Tercer Reich hace Kraus en La tercera  noche de Walpurgis se revela como un vaticinio de lo que habrían de    ser los horrores de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.         Redactada entre mayo y septiembre de 1933, La tercera noche de         Walpurgis debió aparecer en la revista Die Fackel (La antorcha) en el  otoño de ese mismo año. Pero el escrito permaneció inédito, pues su    publicación hubiera podido poner en riesgo vidas humanas, entre ellas  las de varios amigos suyos. Por otro lado, quizás tampoco fue para el  autor una obra definitivamente acabada, pues Kraus, que había dedicado  meses de trabajo a la tentativa de ?comprender el suceso y la fuerza  que lo mueve?, se fue dando cuenta cada vez más de la dificultad, y    acaso la imposibilidad, de dominar la ?abundancia de formas de esa     tercera noche de Walpurgis? que a diario prometía nuevas y cada vez    peores fechorías, y de lograr alguna vez ?en la ?carrera de la sátira  contra el asunto??, un momento y un punto de vista donde la tentativa  desesperada de describir lo indescriptible se hubiese podido detener y  concluir. Como ya dijera el propio Kraus en 1932 en su obra Hüben und  Drüben, en el caso de que Hitler tomara el poder ?se iniciaría una    barbarie que, con la pacotilla prescindible de una cultura conspicua,  sepultaría todos los valores y hasta la misma vida que los crea?.
                                                                     
                                                                 Este es un libro denso y laberíntico que trabaja en profundidad los    acontecimientos y que recurre tanto a los textos aparecidos en la      prensa para denunciar el servilismo de sus ?colegas?, como a la        literatura y a la poesía para descubrir las responsabilidades de       quienes aceptaron, e incluso demandaron, el sacrificio del intelecto   para ponerlo al servicio de la propaganda, preparando así abiertamente  el terreno para el entierro de la Humanidad, o, en palabras de Kraus,  ?la experiencia del comienzo del infierno?.