Sinopsis
Se suele pensar en Velázquez como un artista excepcional, pero aislado en un palacio de España. El objetivo de esta reflexión original sobre la tradición de la pintura europea es poner a Velázquez en relación con ciertos temas y factores condicionantes del arte de su época y otras posteriores. Desde Rembrandt y Vermeer hasta Matisse y Picasso, una sucesión de pintores europeos convirtieron su estudio en laboratorio para transformar el mundo en pintura. Alpers examina esa retirada al estudio y analiza «lo pacífico pictórico», es decir, el modo en que los maestros holandeses y Velázquez reflejan la guerra y la rivalidad. Los capítulos finales dan una visión inédita de Las hilanderas ?una obra fascinante que ha quedado eclipsada por la atención a los enigmas de Las meninas?, al hilo de la cual la autora considera a Velázquez en su papel de conservador de la colección real española y analiza la afinidad entre el sevillano y Manet en su búsqueda de una nueva invención. Su arte fuerza o perturba la visión del mundo, obligando al espectador a pararse a mirar
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