Sinopsis
Para los religiosos, la afirmación de la libertad humana es inquebrantable. El universo no es el escenario de unos poderes cósmicos desconocidos, ni el espejo de un monólogo divino que acciona de forma unilateral los hilos de la trama, sino el resultado del diálogo de dos libertades: la divina y la humana… La auténtica libertad no es una ausencia de ataduras, sino una manera de religación. Únicamente quien se haya religado a un fundamento final puede sentirse desatado, suelto, ante lo penúltimo. Hay, pues, una dependencia –la dependencia de Dios– que, lejos de ser alienante, es liberadora… La historia de la relación hombre-Dios es una historia de amor.