Sinopsis
Al comienzo de Voces y Ecos, Rubén Caba declara sus intenciones: «escribiré sin ánimo vindicativo no por alardear de benévolo, sino para evitar que el pulso alterado me haga errar la puntería, ahora que ha llegado el tiempo de arrumbar el pudor del que tanto se aprovechan los juzgamundos».
El autor relata su infancia en Arroyo de la Luz (Cáceres), la adolescencia en Valencia y la juventud y madurez en Madrid, siguiendo a su padre represaliado por el franquismo. Durante sus viajes por Europa fue leñador en Austria y albañil y obrero de fábrica en Alemania; donde compartió trabajo con huidos del "paraíso socialista".
El paisaje y paisanaje de sus viajes se transmutaron en libros o artículos: el Transiberiano durante la época de Gorbachov, Berlín y Polonia en tren, un viaje a Argentina y Paraguay, varios a México y otro por el sur de Estados Unidos, muchos de estos en compañía de Su esposa la escritora Eloisa Gómez-Lucena.
Asistimos a sus tertulias a lo largo de cuatro decenios: la primera, en los setenta en San Lorenzo de El Escorial, con escritores que regresaban del exilio. La del Gijón que, más que un Café, lo ve como "un tren que, detenido en los andenes del paseo de Recoletos, parecía a punto de salir". Exquisita la que mantuvo con lulio Caro Baroja en el Café Lyon, donde charlaban lo mismo de filosofía pirrónica que de las marrullerías políticas.
Las memorias concluyen con la pugna interminable entre el poder y el saber. «No sería la primera vez que, en una crisis histórica, los cultivadores de las ciencias y de las artes esparcieran las semillas de las innovaciones sociales. Para abonarlas, también ellos tendrían que conciliar la ética de la convicción con la ética de la responsabilidad, pues la convicción irresponsable resulta estéril y la responsabilidad fingida engendra monstruos».
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