Sinopsis
Este libro pretende señalar tanto la universalidad como la unidad de la religión. [..]
En las enseñanzas de todas las religiones […], siempre se enfatiza una verdad: mientras el hombre no se conozca a sí mismo como Espíritu – la fuente misma de la Bienaventuranza - se verá limitado por los conceptos mortales y sujeto a las inexorables leyes de la naturaleza. Sólo el conocimiento de su verdadero ser le aportará la libertad eterna […]
A través del estudio y de la práctica perseverante de los métodos aquí señalados, te será posible percibir a Dios y reconocerte a ti mismo como bienaventurado Espíritu>>.