Sinopsis
¿Por qué algunos se derrumban frente a los golpes de la vida mientras que otros logran resistir y son capaces de enfrentar las dificultades y de crecer? La respuesta está en la resiliencia, una fuerza que hace que las personas sean capaces de hacer frente a los vientos adversos de la vida, de encontrar su propio bienestar y de planificar un futuro satisfactorio. Esto se aplica a los individuos, pero también a las familias y las comunidades: hay una resiliencia individual, una resiliencia familiar y una resiliencia comunitaria. Las crisis nos hacen sufrir, pero pueden sacar de nosotros talentos ocultos y riquezas que no creíamos poseer. La resiliencia no es fruto de un conjunto de técnicas o herramientas, sino que se desarrolla en contextos específicos y situaciones particulares, a través de las relaciones y desde el interior del itinerario vital de las personas. Con nuestro esfuerzo, con la ayuda de los demás y, para los creyentes, también con la gracia de Dios. Cuando nuestra fragilidad está habitada por la fortaleza de Dios, podemos, una vez más, levantarnos, alzar la mirarda y rebotar desde el suelo. Ponernos en pie y caminar de nuevo, incluso con el viento de cra. Y descubrirnos así transformados y más resilientes.
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